Mujeres campesinas, niñas, jóvenes, adultas y adultas mayores, ahora más que nunca estamos juntas... convencidas y organizadas, exigimos vivir con dignidad y justicia.
No somos de aquí, Somos aquí. Nuestro hogar tiene nombre de río y late con la fuerza del Bulubulu. Nos encuentras en La Zanja, San Antonio, Rosa Elvira, San Mateo, Nariz del Diablo, El Paraíso, San Vicente, La Bélgica, Los Bancos, San Gerardo, Santa Rita, Flor de la Esperanza y La Mina. Cada uno de estos recintos es más que un lugar en el mapa: es nuestra casa, el suelo que cultivamos y el agua que nos da vida.
Este territorio es nuestro cuerpo y nuestra historia. Aquí aprendimos a sembrar y a cosechar, a reír y a compartir solidariamente. Pero también es el escenario de nuestras luchas.
La vida en el Bulubulu se teje cada día, con el sol sobre la piel y las manos en la tierra. Aquí, cada jornada es un acto de resistencia y de cariño. Somos las que madrugamos para cuidar la finca, las que nos juntamos para aprender en talleres, las que reímos y compartimos solidariamente en nuestras organizaciones comunitarias.
Nuestros productos son más que alimentos o artesanías. Son el resultado de la tierra fértil del Bulubulu, del saber que nos enseñaron nuestras abuelas y de manos que cuidan, siembran y resisten. Cada fruto que cosechamos y cada delicia que preparamos lleva la esencia de nuestra lucha, el calor de nuestra comunidad y la fuerza de nuestra autonomía.